Luego de unas merecidas vacaciones regresamos con nuevas y llamativas publicaciones, esta vez compartiendo un inusual acontecimiento en una de las cataratas en el sur de Sydney, donde el agua en vez de caer literalmente empieza a subir, esto es posible gracias al efecto de los vientos de más de 120 km/h que golpean con tanta fuerza las aguas que las vuelca hacia atrás.